Agenda Pública

Argentina, frente al debilitamiento de su aparato productivo

Durante el primer semestre de 2024, la industria argentina experimentó una contracción significativa en su producción, evidenciada por la caída generalizada de los índices de producción industrial manufacturera.

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agenda_publica_2024_web Fundación COLSECOR

La actual coyuntura política y económica de Argentina revela un estado delicado para su aparato productivo. En este nuevo informe de la Agenda Pública de la Fundación COLSECOR, abordamos los principales datos en torno a las razones del deterioro de la industria manufacturera, en el primer semestre de 2024. De qué modo las acciones e inacciones del actual Gobierno Nacional, están impactando en el sistema científico, universitario y productivo, una tríada que las principales economías del mundo protegen en el contexto post pandemia, a contramano de lo que ocurre en Argentina.

Con prisa y sin pausa, durante el primer semestre de 2024, la industria argentina experimentó una contracción significativa en su producción, evidenciada por la caída generalizada de los índices de producción industrial manufacturera.

 

El contexto, afuera

Argentina parece desviarse del enfoque global que han tomado otros países en desarrollo y desarrollados. Mientras naciones como Estados Unidos y países de la Unión Europea implementan políticas de cuidado para fortalecer sus industrias locales, Argentina no adoptó medidas efectivas de impulso industrial, lo que se refleja en la falta de competitividad y en el deterioro de la producción nacional. “A diferencia de los '90, donde era un boom global de apertura y el libre comercio, ahora los países tienen políticas muy proteccionistas: Estados Unidos sube los aranceles a China; Europa emite para-arancelarias para defender su industria; Singapur tiene políticas públicas traccionadoras de la industria”, señala en esta nota periodística Agostina Monti Salías, docente de Ciencia Política en la UBA y en Desarrollo Regional y Comercio Internacional de la Universidad Nacional de La Matanza. 

El mismo análisis hacen desde el Observatorio Económico Latinoamericano (OEL). “La resurrección de las políticas proteccionistas para impulsar el desarrollo manufacturero, tan en boga en América Latina entre 1950 y 1980, cambió las líneas de crecimiento de la economía estadounidense en 2022 y abrió una nueva perspectiva para la economía mundial en el futuro”.

En Estados Unidos, tanto el partido demócrata como el republicano prometieron dar prioridad a la industria nacional en sus discursos recientes de campaña. En paralelo, en un paper publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) marcó esa tendencia al señalar que más del 20% de las importaciones globales ya están afectadas por medidas proteccionistas.

El paper llega en momentos en que Argentina redefine su política industrial, con la derogación de programas de promoción a la industria, como el Compre Nacional y el Programa de Desarrollo de Proveedores, cierta apertura comercial y la generalización de las retenciones del 15% a las exportaciones con valor agregado.


 

Por casa, deterioro productivo

Un informe reciente de la consultora EPyCA sobre la coyuntura económica y política en los primeros seis meses del año, traza un panorama poco alentador: “excepto por refinación del petróleo, coque y combustible nuclear (+2,6% interanual), cayeron todos los sectores contemplados en el Índice de producción industrial manufacturero”, explica el reporte publicado el pasado cinco de julio. Ese dato se suma a las caídas que ya asumía el sector productivo argentino, un continuum que en términos comparativo al mes de diciembre 2023 permite diagnosticar que la actividad industrial del mes de mayo cayó -15,2%.

“En promedio, la industria se contrajo -16,6% interanual (i.a.) en mayo, y -0,2% intermensual. El dato positivo es que al menos un sector creció, y que la caída interanual fue menor que la de abril (que fue de -16,6% i.a.), mientras que en varios sectores también se desaceleró la caída interanual. La mala noticia: la caída intermensual pasó prácticamente nula en abril a -0,2% en mayo”, agrega el informe. 

 

Fuente: consultora EPyCA 

 

El sector de mayor caída interanual fue “muebles, colchones y otras industrias manufactureras”, que se contrajo -33,6%, más del doble que el promedio de la industria (+18,8). Hasta la actividad en la industria minera muestra indicios de estancamiento en mayo: cayó -0,2% interanual y el crecimiento interanual bajó a +7,7%, muy por debajo de los niveles del 2023. 

La industria pesquera hizo lo suyo y también cayó -16,1% interanual en mayo. A su vez, la construcción en mayo que lleva un acumulado en la caída de -32,2% desde diciembre de 2023 tuvo un pico de crecimiento (+6,2% inter mensual pero perderá valor con “una aparentemente por una recaída en junio”, asegura el informe.  En detalle: los despachos de cemento, por ejemplo, cayeron en junio con respecto de 2023 (-32,8%) pero también respecto de mayo (-3% intermensual desestacionalizado). 

La misma suerte siguió la industria automotriz, en tanto la Asociación de Fabricantes de Automotores de la Argentina (ADEFA) estimó una caída intermensual de -16,7% i.m. en junio y -40,2% interanual. El patentamiento de autos y de motos se redujo también en -25,5% y -3,7% interanual, respectivamente.

 

Fuente: Consultora EPyCA, en base a datos del INDEC y Ministerio de Economía de Nación. 


 Estos datos reflejan para el sector industrial un deterioro acumulado y poco esperanzador para los próximos meses, vinculado, entre otros factores, con las dificultades por la baja demanda, así como por el aumento de costos. “Será importante que, en la medida que haya una recuperación del mercado interno, la misma no sea canalizada únicamente en mayores importaciones, sino que traccione una recuperación de la producción local y el empleo”, señalan desde la Unión Industrial Argentina (UIA), la asociación gremial empresaria, nacida en el siglo XIX.

 

Parques Industriales, en alerta

Los parques industriales son pilares para el desarrollo económico y productivo de Argentina. En 2020 se creó por decreto (716/2020) el Programa Nacional para el Desarrollo de Parques Industriales, lanzado durante el contexto de pandemia para promover el desarrollo territorial y la generación de empleo local. El programa incluía aportes no reembolsables para proyectos destinados a obras de infraestructura, créditos para instalar o ampliar la capacidad productiva, entre otros impulsos. 

En medio de una coyuntura económica, marcada por la crisis y la retracción, estos espacios son una fuente fundamental para revitalizar el sistema productivo. Sin embargo, la desaparición de fondos y la eliminación de líneas de apoyo por parte del gobierno actual pusieron en alerta a la Asociación de Parques Industriales Argentinos (APIA). Dos son las principales problemáticas que enfrenta hoy el sector: en primer lugar, la falta de financiamiento para infraestructura y, en segundo término, la apertura indiscriminada de importaciones. Lo cierto es que casi el 70% de las pymes industriales ya manifestaron que están atravesando una crisis de la actividad, provocada por el derrumbe del consumo en el mercado interno.

Desde el universo de las Pymes brindan un diagnóstico similar. Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos señaló que “el mayor problema del sector industrial es la caída del consumo y la falta de una política industrial. No hay una proyección, no hay un plan a futuro que nos diga de qué manera vamos a mejorar la situación. Si se levantara el cepo, la situación se agravaría mucho más, ya que estamos teniendo la posibilidad de que entren productos terminados importados y eso afectaría mucho más la industria nacional”. Además, el titular de IPA afirmó que con el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), previsto en la Ley Bases, “nos dejan fuera de competitividad”. 


 

Inflación, desempleo, desigualdad

La alta inflación, que acumula una suba del 79,8% entre enero y junio de este año según el Índice de Precios al Consumidor del Indec, ha creado un entorno económico volátil y erosionado la capacidad de inversión y consumo. A esto se suman los últimos datos relacionados con el nivel de desocupación que para el primer trimestre de 2024 ascendió del 6,9% al 7,7% comparado interanualmente. Esto implica que actualmente hay 1,1 millón de personas que no tienen empleo y lo buscan activamente.

La inflación impacta en la distribución del ingreso y el desempleo, a su vez, acentúa las inequidades y limita las posibilidades productivas de la economía. Durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei creció la desigualdad. Según el último relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, el coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas fue de 0,467 para el primer trimestre de 2024. En el mismo trimestre de 2023, ese valor era menor, de 0,446. De esta manera, la desigualdad del primer trimestre de este año superó al valor alcanzado en el peor momento de la pandemia, en el segundo trimestre de 2020, cuando fue de 0,451. Este indicador de la desigualdad en la distribución del ingreso tiene valores comprendidos entre 0 y 1. El 0 corresponde al caso de “igualdad absoluta de todos los ingresos” y el valor 1 al caso extremo contrario, explica el Indec. La brecha calculada entre la mediana del decil 10 y el decil 1 de ingreso per cápita familiar de la población fue de 15 en los primeros meses de la actual gestión a nivel nacional. 

En esta nota, Laura Caullo, economista del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, señaló a este medio que el resultado de Gini para el primer trimestre refleja que “en el mercado laboral, hay una disminución en el número de trabajadores registrados y un aumento en la cantidad de personas que se desempeñan en la informalidad, como cuentapropistas no profesionales o están desempleadas. Esto se suma a la alta y creciente inflación que ha erosionado considerablemente los ingresos de las familias, especialmente desde agosto de 2023”. Además, la economista resaltó en relación al ingreso per cápita familiar que “las familias más ricas cobran en promedio 23 veces más que una familia que se ubica entre el 10% más pobre de la población, o 15 veces más considerando la media de respuestas”.

 

Entramado institucional para el desarrollo productivo

Diversos estudios dan cuenta de la sinergia entre el desarrollo productivo, el entramado institucional y el empleo de calidad. Un enfoque integrado, con articulación público-privada puede conducir a un crecimiento más equitativo y sostenible, sostiene un trabajo conjunto de la Unión Industrial Argentina y la Organización Internacional del Trabajo.

El trabajo académico destaca que, en Argentina, la construcción y la evolución de instituciones públicas vinculadas al sector productivo tuvieron su auge entre mediados de la década de 1950 y la década de 1970. De este modo, se crearon el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), incluso de esa época es el INVAP, una empresa pública provincial (Río Negro), insignia en materia de innovación tecnológica.  

Junto con la educación técnica y el conocimiento que aplica el sistema universitario argentino se da una “coevolución virtuosa del tejido productivo”, esto es “el surgimiento de un conjunto de capacidades tecnológicas -institucionales, empresariales y laborales- fundamentales para transitar un sendero de innovación aplicada en el mundo productivo”, señala el informe de UIA y OIT.

Actualmente, varias de estas instituciones se encuentran frente a la postura del Gobierno Nacional para el sector de la ciencia y tecnología que impulsa un ajuste en materia de financiamiento, recortes y despidos. Por mencionar un caso reciente y grave: el INTI es un instituto que tiene cooperación estrecha con la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología ( ANMAT), con la Comisión Nacional de Energía Atómica, con el desarrollo automotor, el de baterías, con el CONICET y distintos sectores de la industria. El instituto cuenta con centros de investigación y desarrollo distribuidos en todo el país y diferenciados por sector industrial. Los centros se especializan por ejemplo en alimentos, plástico, textiles, caucho, materiales para la construcción, metalmecánica, electrónica, lácteos, etc. Pero el gobierno nacional quiere reducir a prácticamente la mitad los 52 centros operativos del INTI en el país.

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